XXIX Coloquio Víctor Neumann-Lara
de Teoría de las Gráficas, Combinatoria y sus Aplicaciones
Carlos Pellicer
Para el joven matemático Víctor Neumann
enviándole el manuscrito de los
Esquemas para una oda tropical
I
Si apuntalé con tiempo de madera
el cielo destos árboles; si el canto
que desnudé en lo hondo de su encanto
se oye bajo la luz de una palmera;
si en el camino de su enredadera
el día de la selva suda tanto
que con las humedades de su manto
bañó su rencorosa primavera;
si sientes que aquí estoy como la hoja
diezmillonésima que se deshoja
del árbol de la vida que he vivido,
recógela y alísala, y abierto
el libro abandonado del olvido
viva con la ilusión de que no ha muerto
II
Víctor, te estoy diciendo y una honda
de la gran vida tropical afluye
como gota de sótano y construye
la secreta verdad ya en mi, redonda.
¡Cuánta espesura de estrellada fronda!
El tiempo en el espacio se diluye.
Nada está. Todo duele y todo huye
en una extraña y aparente ronda.
La gracia de los números, humilde,
lame a la eternidad como una tilde
y así estará mientras la vida viva.
Si la muerte está viva en nuestro pecho
mañana morirá, toda despecho,
si somos toda Luz de AMOR activa.
III
¿Moriremos? No sé si moriremos.
Si moriremos sólo Dios lo sabe.
Cuerpo chico, y es tanto lo que cabe.
¡El día con la noche en los extremos!
Si es fuerza que acabemos con los remos
en las manos del agua, si la nave
ha de llegar, que no la menoscabe
la sombra soberana que veremos.
Hay que encender la hoguera antes que acabe
la poca luz que queda. Ya se sabe
que la hoguera es incendio y luminaria.
Quemar es es resurgir. Si un ángel llega
como una Primavera voluntaria,
para empezar a ver, estará ciega.
Lomas,1955, Enero
Pellicer Carlos, "Para el joven matemático Víctor Neumann enviándole el manuscrito de los Esquemas para una oda tropical", Obras: Poesía, Luis Mario Schneider (ed.) México, Letras Mexicanas, Fondo de Cultura Económica, 2003, pp. 652 y 653, fuente: Impreso.