In Memoriam

Víctor Neumann Lara


Cerrar podrá mis ojos la postrera

sombra, que me llevaré el blanco día;

y podrá desatar esta alma mía

hora a su afán ansioso lisonjera.

Mas no de estora parte en la ribera

dejará la memoria en donde ardía;

nadar sabe mi llama el agua fría,

y perder el respeto a ley severa.

Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido,

venas, que humor a tanto fuego han dado,

médulas, que han gloriosamente ardido

su cuerpo dejarán, no su cuidado;

serán ceniza, mas tendrán sentido;

polvo serán, mas polvo enamorado


Francisco de Quevedo

El soneto Amor constante más allá de la muerte, era, entre los poemas de Francisco de Quevedo, uno de los que más apreciaba el matemático Víctor Neumann Lara. Mientras poemas como las Coplas de Jorge Manrique a la muerte de su padre invitan a aceptar con resignación que nuestras vidas son los ríos que van a dar a la mar que es el morir, la rebeldía de Queveo habla de encender con lo que amamos una llama desafiante, y darle a través de un inquebrantable afán, una intensidad capaz de hacerla cruzar las aguas heladas de Aqueronte y Leteo, los ríos mitológicos asociados al temor y el olvido.


Recibí por email la noticia de que el jueves 26 de febrero, Víctor Neumann se desplomó durante su conferencia en el XIX Coloquio de Teoría de las Gráficas, Combinatoira y sus Aplicaciones, y falleció poco después. Entre muchos recuerdos que desfilaron por mi mente en pocos instantes, estaba la voz de Víctor, una ocasión hace 30 años, pronunciando sin afectaciones algunos versos que atesoraba en su inmensa memoria. Nunca olvidé el soneto de Quevedo, y en esta ocasión me ayudó a trabajar mi propio duelo por la pérdida del respetado maestro y entrañable amigo. La imagen de la llama era vívida y aplicable al propio Víctor Neumann. El sin duda consiguió encender un brillante fuego interno, que pervive en alguna forma entre muchos de sus alumnos, colegas y amigos a quienes ayudó a encender y cuidar su propia llama.


Víctor Neumann Lara nació en Huejutla, Hidalgo y radicó la mayor parte de su vida en la ciudad de México. Obtuvo su licenciatura en matemàticas en la Facultad de Ciencias de la UNAM, y cursó estudios de posgrado en las Universidades de París y Clermont- Ferrand en Francia. Desarrolló su obra científica principalmente en teoría de gráficas y combinatoria. Su producción incluye más de 60 artículos en revistas de reconocido prestigio. Además de teoría de gráficas, abordó problemas de convexidad, geometría combinatoria y topología general. Sus ideas encontraron resonancia entre las figuras más notables de la matemática discreta en el mundo, pero tuvieron particular importancia en México y los países de habla hispana, donde fueron la semilla de una sólida escuela de investigación en esa área.


Aunada a su producción científica, Víctor Neumann realizó una extensa y original labor docente que dejó profunda huella en la formación técnica y humanística, de muchos matemáticos mexicanos. En las clases y seminarios de Víctor no solo se obtenía información acerca del contenido de las matemáticas, sino se participaba en forma viva en su elaboración. Es se acercaba a las formulaciones abstractas de una manera gradual, procurando que el estudiante conociera primero, en forma cuidadosa y detallada, un repertorio de ejemplos y contraejemplos paradigmáticos, que le permitieran experimentar, personalmente, por así decirlo, como viven las entidades matemáticas en su ambiente. Sólo entonces procedía a estudiar la arquitectura de dicho ambiente. Cultivaba la representación visual de los problemas usando recursos como el color para destacar objetos y relaciones de interés haciéndolos más claramente inteligibles. Valoraba también la precisión y correción del uso del lenguaje, tanto para comunicarse con los demás como para clarificar el propio pensamiento.


En lo personal agradezco la oportunidad que tuve de conocer a Víctor, aprender de él, coincidir y disentir con sus puntos de vista. Junto con el comité editorial de Miscelánea Matemática me uno al luto de la comunidad matemática mexicana. Aunque doloroso, no es un luto negro. Mas bien siento con enorme intensidad el apremio que Víctor nos comunicaba amablemente con su enseñanza y con su ejemplo de no pasar nuestros días en vano mientras nos llega el turno de entregar nuestros huesos a la tierra.


Ricardo Quintero Zazueta.

Quintero Zazueta, Ricardo, 2004, "In Memoriam Víctor Neumann Lara", Miscelánea Matemática, 39, Sociedad Matemática Mexicana, pp. i-ii.

Portada del ejemplar disponible en: http://www.miscelaneamatematica.org/index.php?numero=39